martes, 21 de febrero de 2012

Crisis, España y reforma


La crisis que no supo atacar el inútil gobierno anterior, con la pasividad de los sindicatos, dándole cariño al ex presidente,  provocó un dramático colapso del sistema financiero, arruinando el país, y llevando a un estancado mercado laboral, con mas de 5 millones de desempleados, si añadimos la  confianza empresarial y la caída en picado, que generó la confianza del consumidor, muerto de miedo, de perder su trabajo, sin poder adquisitivo, sin poder llegar a final de mes.
Prácticamente con un consumo estancado, en todos los sectores, consecuencia, los pedidos casi no existen, los mercados de exportación en España, se han movido gracias a la devaluación en cubierta del euro, lo ejecuto el gobierno socialista, al subir el IVA.

En cuanto a la crisis económica, muchas empresas, han tenido a la fuerza que soportar y aguantar a la esperar hasta ver la situación real del mercado, y ver si de alguna forma  se resuelve la crisis del mercado financiero, ya que, como es sabido, el capital es muy cobarde, así que antes de arriesgarse a asumir nuevas oportunidades de negocio, prefiere esperar a ver mejorar el panorama financiero mundial.

No es nada fácil salvar la crisis, mucho mas difícil reducir la tasa de desempleo, aun pensando que el mercado laboral se estabilice en 2012, para lograr una tasa de empleo aceptable requerirá un crecimiento constante anual del empleo.

Teniendo en cuenta el descenso en las tasas de natalidad, la población española en edad de trabajar (16-65 años) esta en fase de disminuir,  aun cuando persistan los flujos inmigratorios, que cada vez hay menos.

Sin olvidar, que es muy necesario, disponer de una mano de obra cualificada,  es esencial para desarrollar una economía competitiva, sostenible e innovadora en consonancia con los objetivos de una estrategia de creación empleo. En esta época de restricciones presupuestarias y de presiones competitivas mundiales sin precedentes, las políticas de empleo y cualificaciones de España que contribuyen a configurar la transición a una economía inteligente e innovadora deben tener carácter prioritario.

España puede asumir todos los retos e incrementar las tasas de empleo de forma considerable, pero solo si actúa con firmeza, con la vista puesta en cuatro prioridades clave:

– En primer lugar, un mercado laborales que funcione mejor.
El desempleo estructural, con unas tasas elevadas de carácter crónico, representa una pérdida inaceptable de capital humano que desanima a los trabajadores y conduce a una retirada prematura del mercado laboral, a la búsqueda de trabajo fuera de su entorno habitual y incluso, conducir los menos afortunados a la exclusión social. Es preciso reconsiderar las políticas que constituyen el mejor instrumento para modernizar los mercados de trabajo, y adaptarlas al contexto de una España post-crisis para acelerar el ritmo de las reformas de toda índole, así disminuir la segmentación del mercado laboral, apoyar la igualdad de género y rentabilizar las transiciones laborales.

– En segundo lugar, una mano de obra más cualificada, capaz de contribuir al cambio tecnológico y de adaptarse a este, asumiendo nuevas pautas de organización del trabajo.
Dotar a los trabajadores en general, y a los desempleados en particular, de las cualificaciones apropiadas para obtener un empleo, (pero no con cursos de los sindicatos, que solo saben llevar el dinero a sus arcas, importándoles muy poco el estado de los trabajadores y mucho menos los desempleados).

Esto es un desafío importante, teniendo en cuenta la rapidez con que cambian las competencias necesarias y los desfases constantes de cualificaciones en el mercado de trabajo. La inversión en los sistemas de educación y formación, no la educación izquierdista de miseria, la previsión de las cualificaciones que van a necesitarse y los servicios de correlación y orientación son los ejes para aumentar la productividad, la competitividad, el crecimiento económico y, por último, el empleo. España se ha comprometido a mejorar los niveles educativos con la meta de conseguir una reducción del abandono escolar y un aumento de la proporción de estudiantes que completan el ciclo principal de sus estudios,  y por supuesto, deberían adecuar entre las cualificaciones de los trabajadores y las ofertas de empleo.

La movilidad laboral ofrece un potencial que dentro del mercado español y los flujos de inmigración de terceros países a España no está orientado de forma adecuada a fomentar la competividad y garantizar las necesidades del mercado de trabajo, tampoco ayuda a la contribución del crecimiento y el empleo.

Para aprovechar al máximo la contribución de la inmigración al empleo, debemos obligarse a una integración completa si desean de verdad o ya residen legalmente en España, en particular, a los procedentes de regimenes islamistas, que pretenden convertirnos a todos en mahometanos, ya en Europa se esta prohibiendo la construcción de mezquitas, que se esta  demostrando cada día, que son núcleo de terrorismo y de crimen contra la humanidad, y maltratando a la mujer, la discriminación de los europeos o la falta de reconocimiento de que otra religión es posible..

– En tercer lugar, una mayor calidad del empleo y unas mejores condiciones de trabajo. No hay una relación inversa entre la calidad y la cantidad del empleo, los niveles elevados de calidad del empleo están vinculados a una productividad laboral y a una tasa de empleo igualmente altas. Las condiciones de trabajo y la salud física y psíquica de los trabajadores deben tenerse en cuenta para abordar las exigencias de las vidas laborales, que se caracterizan por un mayor número de transiciones entre empleos más intensos y difíciles y nuevas formas de organización del trabajo.

– En cuarto lugar, unas políticas más sólidas para promover la creación de empleo y la demanda de mano de obra.
No es suficiente garantizar que las personas se mantengan activas y adquieran las cualificaciones adecuadas para obtener un puesto de trabajo: la recuperación debe basarse en un crecimiento generador de empleo. Deben ofrecerse las condiciones apropiadas para crear más empleos, especialmente en las empresas de alta cualificación y uso intensivo de I+D. Las reducciones selectivas de costes laborales no salariales o de las ayudas al empleo con destinatarios bien definidos pueden ser un incentivo para que los empresarios contraten a desempleados de larga duración. Las medidas destinadas a explotar recursos clave de creación de empleo y promover el espíritu empresarial y las actividades autónomas son también esenciales para mejorar las tasas de empleo.

La principal responsabilidad y los instrumentos primordiales para lograr estas metas recaen en el gobierno, que debería legislar sin tener en cuenta a los sindicatos, estos deberían aprender de los alemanes o daneses, y no permitirles que vivan mas del cuento, a nuestra costa, sino a costa de sus afiliados exclusivamente.

Para lograr empleo en este país, solo podrá alcanzarse poniendo en común todos los esfuerzos e instrumentos, para lograr iniciativas de nuevas cualificaciones y empleos y establecer acciones clave con medidas de acompañamiento y preparación de la posible contribución del estado a este esfuerzo conjunto como parte de la Estrategia de crear empleo.

El impacto de la crisis y el elevado nivel de desempleo persistente han aumentado la necesidad de que se comprenda mejor en qué sectores del mercado es previsible que falten profesionales cualificados en el futuro.

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