La crisis que no supo atacar el inútil
gobierno anterior, con la pasividad de los sindicatos, dándole cariño al ex
presidente, provocó un dramático colapso
del sistema financiero, arruinando el país, y llevando a un estancado mercado
laboral, con mas de 5 millones de desempleados, si añadimos la confianza empresarial y la caída en picado, que
generó la confianza del consumidor, muerto de miedo, de perder su trabajo, sin
poder adquisitivo, sin poder llegar a final de mes.
Prácticamente con un consumo
estancado, en todos los sectores, consecuencia, los pedidos casi no existen,
los mercados de exportación en España, se han movido gracias a la devaluación en
cubierta del euro, lo ejecuto el gobierno socialista, al subir el IVA.
En cuanto a la crisis económica,
muchas empresas, han tenido a la fuerza que soportar y aguantar a la esperar
hasta ver la situación real del mercado, y ver si de alguna forma se resuelve la crisis del mercado financiero,
ya que, como es sabido, el capital es muy cobarde, así que antes de arriesgarse
a asumir nuevas oportunidades de negocio, prefiere esperar a ver mejorar el
panorama financiero mundial.
No es nada fácil salvar la
crisis, mucho mas difícil reducir la tasa de desempleo, aun pensando que el
mercado laboral se estabilice en 2012, para lograr una tasa de empleo aceptable
requerirá un crecimiento constante anual del empleo.
Teniendo en cuenta el descenso en
las tasas de natalidad, la población española en edad de trabajar (16-65 años)
esta en fase de disminuir, aun cuando
persistan los flujos inmigratorios, que cada vez hay menos.
Sin olvidar, que es muy
necesario, disponer de una mano de obra cualificada, es esencial para desarrollar una economía competitiva,
sostenible e innovadora en consonancia con los objetivos de una estrategia de creación
empleo. En esta época de restricciones presupuestarias y de presiones
competitivas mundiales sin precedentes, las políticas de empleo y
cualificaciones de España que contribuyen a configurar la transición a una
economía inteligente e innovadora deben tener carácter prioritario.
España puede asumir todos los
retos e incrementar las tasas de empleo de forma considerable, pero solo si
actúa con firmeza, con la vista puesta en cuatro prioridades clave:
– En primer lugar, un mercado
laborales que funcione mejor.
El desempleo estructural, con
unas tasas elevadas de carácter crónico, representa una pérdida inaceptable de
capital humano que desanima a los trabajadores y conduce a una retirada
prematura del mercado laboral, a la búsqueda de trabajo fuera de su entorno
habitual y incluso, conducir los menos afortunados a la exclusión social. Es
preciso reconsiderar las políticas que constituyen el mejor instrumento para
modernizar los mercados de trabajo, y adaptarlas al contexto de una España post-crisis
para acelerar el ritmo de las reformas de toda índole, así disminuir la
segmentación del mercado laboral, apoyar la igualdad de género y rentabilizar
las transiciones laborales.
– En segundo lugar, una mano de
obra más cualificada, capaz de contribuir al cambio tecnológico y de adaptarse
a este, asumiendo nuevas pautas de organización del trabajo.
Dotar a los trabajadores en
general, y a los desempleados en particular, de las cualificaciones apropiadas
para obtener un empleo, (pero no con cursos de los sindicatos, que solo saben
llevar el dinero a sus arcas, importándoles muy poco el estado de los
trabajadores y mucho menos los desempleados).
Esto es un desafío importante,
teniendo en cuenta la rapidez con que cambian las competencias necesarias y los
desfases constantes de cualificaciones en el mercado de trabajo. La inversión
en los sistemas de educación y formación, no la educación izquierdista de
miseria, la previsión de las cualificaciones que van a necesitarse y los
servicios de correlación y orientación son los ejes para aumentar la
productividad, la competitividad, el crecimiento económico y, por último, el
empleo. España se ha comprometido a mejorar los niveles educativos con la meta
de conseguir una reducción del abandono escolar y un aumento de la proporción
de estudiantes que completan el ciclo principal de sus estudios, y por supuesto, deberían adecuar entre las
cualificaciones de los trabajadores y las ofertas de empleo.
La movilidad laboral ofrece un
potencial que dentro del mercado español y los flujos de inmigración de
terceros países a España no está orientado de forma adecuada a fomentar la
competividad y garantizar las necesidades del mercado de trabajo, tampoco ayuda
a la contribución del crecimiento y el empleo.
Para aprovechar al máximo la
contribución de la inmigración al empleo, debemos obligarse a una integración
completa si desean de verdad o ya residen legalmente en España, en particular,
a los procedentes de regimenes islamistas, que pretenden convertirnos a todos
en mahometanos, ya en Europa se esta prohibiendo la construcción de mezquitas,
que se esta demostrando cada día, que son
núcleo de terrorismo y de crimen contra la humanidad, y maltratando a la mujer,
la discriminación de los europeos o la falta de reconocimiento de que otra
religión es posible..
– En tercer lugar, una mayor
calidad del empleo y unas mejores condiciones de trabajo. No hay una relación
inversa entre la calidad y la cantidad del empleo, los niveles elevados de
calidad del empleo están vinculados a una productividad laboral y a una tasa de
empleo igualmente altas. Las condiciones de trabajo y la salud física y
psíquica de los trabajadores deben tenerse en cuenta para abordar las
exigencias de las vidas laborales, que se caracterizan por un mayor número de
transiciones entre empleos más intensos y difíciles y nuevas formas de
organización del trabajo.
– En cuarto lugar, unas políticas
más sólidas para promover la creación de empleo y la demanda de mano de obra.
No es suficiente garantizar que
las personas se mantengan activas y adquieran las cualificaciones adecuadas
para obtener un puesto de trabajo: la recuperación debe basarse en un
crecimiento generador de empleo. Deben ofrecerse las condiciones apropiadas
para crear más empleos, especialmente en las empresas de alta cualificación y
uso intensivo de I+D. Las reducciones selectivas de costes laborales no
salariales o de las ayudas al empleo con destinatarios bien definidos pueden
ser un incentivo para que los empresarios contraten a desempleados de larga
duración. Las medidas destinadas a explotar recursos clave de creación de
empleo y promover el espíritu empresarial y las actividades autónomas son
también esenciales para mejorar las tasas de empleo.
La principal responsabilidad y
los instrumentos primordiales para lograr estas metas recaen en el gobierno,
que debería legislar sin tener en cuenta a los sindicatos, estos deberían
aprender de los alemanes o daneses, y no permitirles que vivan mas del cuento,
a nuestra costa, sino a costa de sus afiliados exclusivamente.
Para lograr empleo en este país,
solo podrá alcanzarse poniendo en común todos los esfuerzos e instrumentos,
para lograr iniciativas de nuevas cualificaciones y empleos y establecer
acciones clave con medidas de acompañamiento y preparación de la posible
contribución del estado a este esfuerzo conjunto como parte de la Estrategia de crear
empleo.
El impacto de la crisis y el
elevado nivel de desempleo persistente han aumentado la necesidad de que se
comprenda mejor en qué sectores del mercado es previsible que falten
profesionales cualificados en el futuro.
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